A Cruz Azul se le aparecio el "Diablo"
Estadio Azul
0 - 2 
Min. 14 Paulo Da Silva (Toluca)
Min. 21 Sergio Ponce (Toluca)
Final
Diablos Rojos del Toluca tiene medio título en la bolsa, luego de superar por 2-0 a Cruz Azul en el partido de "ida" de la final del Torneo Apertura 2008 del fútbol mexicano disputado en el estadio Azul.
Las anotaciones del conjunto escarlata fueron del paraguayo Paulo da Silva al minuto 15 de tiempo corrido y de Sergio Ponce al 22, que le permitirán al cuadro mexiquense resolver la serie el próximo domingo en el Nemesio Díez en el duelo de "vuelta".
Toluca tuvo el saque inicial y desde ese momento ejerció el control del partido para borrar casi por completo a un conjunto celeste que pareció simple comparsa, pues el esfuerzo de sus jugadores fue borrado por el mejor desempeño del visitante.
El primer aviso sobre la meta de Yosgart Gutiérrez fue del paraguayo Paulo da Silva, quien en el minuto cuatro ganó el balón por arriba en un tiro de esquina, pero Gutiérrez recostó bien sobre su lado izquierdo para evitar el gol.
Con su doble línea de cuatro, Diablos Rojos cerró todos los caminos al cuadro local que además tuvo complicaciones para detener los embates del visitante.
El mejor fútbol permitió al once mexiquense irse al frente en el minuto 15 en un gran servicio de Antonio Naelson Sinha a la entrada por sorpresa de Da Silva, quien aprovechó que Jaime Lozano sólo vigiló el viaje del balón para cruzarlo abajo a la derecha al arquero local.
La Máquina tuvo una tibia reacción con un disparo de su capitán Gerardo Torrado al minuto 18, pero el portero argentino Hernán Cristante estuvo atento junto al ángulo izquierdo para impedir la igualada.
Ante un equipo que no permite equivocaciones, en el minuto 22 llegó el 0-2 para el once escarlata en un tiro libre fuera del área ejecutado por Sergio Ponce que superó el muro defensivo y contó con la colaboración de Gerardo Lugo, quien se volteó, y de Gutiérrez, quien no hizo el traslado y se lanzó tarde al envío.
Si de por sí Cruz Azul no podía hilvanar jugadas, hubo errores técnicos como un par de saques de banda del paraguayo Carlos Bonet que fueron mal ejecutados para darle el balón al rival.
El nerviosismo por la desventaja provocó también en los celestes que en ocasiones se enredaran con el esférico para acabar ellos mismos con sus avances amén de que les faltó profundidad, en particular por el lado izquierdo, donde Lozano estuvo más ocupado en marcar a Carlos Esquivel.
Sólo los integrantes de la barra "De Sangre Azul" mantuvieron sus cánticos, mientras el resto de aficionados cruzazulinos estaban callados, incrédulos ante el dominio del visitante.
En ese silencio, se escucharon varias veces los olés de los cerca de cinco mil aficionados de Diablos Rojos que viajaron para este partido, incluida la barra "Perra Brava".
Benjamín Glaindo mandó al campo al uruguayo Nicolás Vigneri en busca de darle mayor fuerza a su ataque, pero su equipo continuó inoperante en el ataque y aunque tuvieron algunas opciones de marcar, no tuvieron contundencia, pese a que lucharon hasta el silbatazo final.
Toluca, incluso, estuvo más cerca de ampliar su ventaja, pero ahora sí la defensa local estuvo atenta.
El orden defensivo de Diablos Rojos partió desde el chileno Héctor Mancilla para complicar los avances del rival, que no pudo llegar con peligro, pues los visitantes se aplicaron en todas sus líneas para llevarse una buena ventaja a casa.
La desesperación del público cruzazulino los llevó a abandonar el estadio Azul cuando restaban 10 minutos de juego más la reposición, muchos de ellos ni siquiera vieron las ocasiones más cercanas que tuvo su escuadra para acortar la distancia.
En el minuto 90, vino un remate de Alejandro Vela que Cristante manoteó, el balón le cayó a César Villaluz cuyo remate fue tapado con el pecho sobre la línea por Edgar Dueñas, y en el agregado, vino un remate de Lozano que pasó a centímetros del ángulo izquierdo en la última oportunidad.
La labor del árbitro Paúl Delgadillo fue buena aunque algunas de sus marcaciones desesperaron al púbico local, pues las consideraron rigoristas y que afectaron al local.
Por La Máquina amonestó al paraguayo Cristian Riveros y Miguel Sabah, y por Diablos al chileno Héctor Mancilla.
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