Ya es tarde en la noche nipona. Todos los jugadores del Boca Juniors subieron a su autobús sin querer hacer declaraciones. Kaká, a pesar de estar solicitado por doquier, acepta dedicar unos instantes al micrófono de FIFA.com. El genial brasileño, gran artífice del triunfo del AC Milan, autor de un gol en la final y Balón de Oro adidas de la competición, exhibe una sonrisa de oreja a oreja.
"Es una noche inolvidable, supone pasar una etapa", nos confiesa en exclusiva. "Como todas las victorias que jalonan una carrera, es una nueva página que se ha escrito en el libro de mi vida".
Con el trofeo de mejor futbolista del certamen en su haber, no puede ocultar el orgullo que le invade. Sin embargo, tan humilde en sus palabras como dentro del terreno de juego, nunca se le pasará por la cabeza destacarse a sí mismo. "El Balón de Oro me honra, pero me quedo fundamentalmente con la magnífica victoria del equipo. Es una recompensa para toda la entidad. Pienso sobre todo en la Fondazione Milan [que gestiona las obras sociales del club lombardo], a la que estoy muy vinculado".
Kaká es así: tan sencillo como bondadoso. Cuando le hablamos de la final de 2003 y de la enorme decepción vivida frente al mismo adversario de esta noche, no se percibe en él el más mínimo atisbo de revancha. "Nunca he pensado en eso. Hace cuatro años, Boca mereció entrar en la historia. Esta noche ha sido nuestra ocasión. Estoy contento de haber contribuido a añadir el nombre del AC Milan al palmarés del torneo".
Contribuir es quedarse corto... Asistente decisivo en las dos dianas de Filippo Inzaghi y goleador él mismo a los sesenta minutos, el campeón del mundo de 2002 ha sido nombrado mejor jugador del encuentro de los Rossoneri.
"En mi gol recibí un pase sensacional de Andrea Pirlo. Tan sólo tuve que acelerar y levantar la cabeza para ver si se me ofrecía una solución. Pero como no había nadie bien situado, probé suerte con la zurda. Todos los goles que marco y que dan una victoria al equipo son importantes. Este, lógicamente, tiene un sabor algo especial".
Con este nuevo título, Kaká termina el año a lo grande. Semanas después de haber clasificado al Milan para octavos de final de la Liga de Campeones y a los pocos días de haber recibido la distinción de mejor jugador de las ligas europeas de 2007, el brasileño se dispone a viajar mañana a Zúrich, con motivo de la Gala de la FIFA.
Candidato, junto con el argentino Lionel Messi y el portugués Cristiano Ronaldo, al galardón de Jugador Mundial de la FIFA 2007, Kaká espera ser el feliz elegido por los votos de los capitanes y entrenadores de las selecciones de todo el planeta. "Mañana será otro día. Ya me siento muy honrado de participar en ese gran momento. A ver lo que sucede...".
Fuentes: FIFA.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario