Sao Paulo toma ventaja sobre Fluminense al derrotarlo 1-0
1 - 0 
Min. 19 Adriano (Sao Paulo)
Final
Final
Una gran actuación de Adriano le dio ventaja al Sao Paulo, que ganó por 1-0 al Fluminense en el primer partido del cruce brasileño de los cuartos de final de la Copa Libertadores, que se decidirá el 21 de mayo en el estadio Maracaná.
El Emperador Adriano, en el que posiblemente fue su mejor compromiso en la presente edición de la Copa Libertadores, se erigió como protagonista de todas las jugadas de ataque del Sao Paulo.
Adriano, cedido al conjunto paulista por el Inter de Milán, fue una pesadilla para la defensa del Fluminense, pues se zafó de los centrales del conjunto carioca a voluntad, los superó cuando le presionaron con marca individual, por alto, en remates de cabeza y con potentes tiros lejanos.
El Emperador llevó el peso del ataque del campeón brasileño y por sus pies pasaron prácticamente todos los balones ofensivos. El delantero delineó paredes con sus socios y consiguió el premio a la persistencia en el minuto 19.
Entonces descubrió desmarcado en la izquierda a Dagoberto, le envió el balón por alto y se desmarcó en el punto del penal para recibir el pase de vuelta. Su compañero no defraudó y el jugador cedido por el Inter de Milán fusiló a portería vacía.
Fluminense trató de reaccionar, mover la pelota con toque y técnica, pero encontró dificultades para conducirla hasta los delanteros por la ausencia de su centrocampista argentino Darío Conca, que comenzó el partido en el banquillo.
El entrenador del Fluminense, Renato Gaúcho, apostó por una línea de tres de marca en la mitad de la cancha, Ygor, Arouca y Cícero, dos arietes fijos, Washington y Dodó, que no recibieron balones y no incomodaron al arquero del Sao Paulo, Rogerio Ceni.
Al comienzo de la segunda mitad, el entrenador del Flu dio entrada a Conca en lugar de Thiago Neves, que jugó muy por debajo de su nivel habitual.
Con Conca en el campo, el Fluminense mejoró, dominó el balón y marcó el ritmo de juego en el coliseo del Sao Paulo, que rechazó llevar las riendas del juego.
El jugador argentino tuvo la mejor ocasión de los cariocas, al escurrirse entre dos defensas y tirar cruzado, unos centímetros por encima del travesaño.
No obstante, este remate fue un espejismo aislado, en un partido en el que el Fluminense careció de profundidad.
El Sao Paulo se conformó con el resultado y se dedicó a mantener en los últimos minutos, en los que Adriano volvió a crear peligro, esta vez con varios pases certeros entre líneas dirigidos a sus compañeros, que estuvieron poco acertados de cara al arco defendido por Fernando Henrique.
El resultado le da ventaja a los paulistas, que necesitarán tan solo un empate la próxima semana en el Maracaná, pudiéndose permitir, incluso, una derrota por margen de un gol, siempre que consigan marcar.
Este partido de ida de cuartos de final de la Copa Libertadores se jugó en el estadio Morumbí, de Sao Paulo, ante 62.000 espectadores.
El Emperador Adriano, en el que posiblemente fue su mejor compromiso en la presente edición de la Copa Libertadores, se erigió como protagonista de todas las jugadas de ataque del Sao Paulo.
Adriano, cedido al conjunto paulista por el Inter de Milán, fue una pesadilla para la defensa del Fluminense, pues se zafó de los centrales del conjunto carioca a voluntad, los superó cuando le presionaron con marca individual, por alto, en remates de cabeza y con potentes tiros lejanos.
El Emperador llevó el peso del ataque del campeón brasileño y por sus pies pasaron prácticamente todos los balones ofensivos. El delantero delineó paredes con sus socios y consiguió el premio a la persistencia en el minuto 19.
Entonces descubrió desmarcado en la izquierda a Dagoberto, le envió el balón por alto y se desmarcó en el punto del penal para recibir el pase de vuelta. Su compañero no defraudó y el jugador cedido por el Inter de Milán fusiló a portería vacía.
Fluminense trató de reaccionar, mover la pelota con toque y técnica, pero encontró dificultades para conducirla hasta los delanteros por la ausencia de su centrocampista argentino Darío Conca, que comenzó el partido en el banquillo.
El entrenador del Fluminense, Renato Gaúcho, apostó por una línea de tres de marca en la mitad de la cancha, Ygor, Arouca y Cícero, dos arietes fijos, Washington y Dodó, que no recibieron balones y no incomodaron al arquero del Sao Paulo, Rogerio Ceni.
Al comienzo de la segunda mitad, el entrenador del Flu dio entrada a Conca en lugar de Thiago Neves, que jugó muy por debajo de su nivel habitual.
Con Conca en el campo, el Fluminense mejoró, dominó el balón y marcó el ritmo de juego en el coliseo del Sao Paulo, que rechazó llevar las riendas del juego.
El jugador argentino tuvo la mejor ocasión de los cariocas, al escurrirse entre dos defensas y tirar cruzado, unos centímetros por encima del travesaño.
No obstante, este remate fue un espejismo aislado, en un partido en el que el Fluminense careció de profundidad.
El Sao Paulo se conformó con el resultado y se dedicó a mantener en los últimos minutos, en los que Adriano volvió a crear peligro, esta vez con varios pases certeros entre líneas dirigidos a sus compañeros, que estuvieron poco acertados de cara al arco defendido por Fernando Henrique.
El resultado le da ventaja a los paulistas, que necesitarán tan solo un empate la próxima semana en el Maracaná, pudiéndose permitir, incluso, una derrota por margen de un gol, siempre que consigan marcar.
Este partido de ida de cuartos de final de la Copa Libertadores se jugó en el estadio Morumbí, de Sao Paulo, ante 62.000 espectadores.
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