Chivas Vs. Atlas

El rebaño sagrado se impone en el clásico al Atlas

Estadio Pizza Hut Park (Dallas, Texas)
3 - 1

Min. 20 Ramón Morales (Chivas) Penal

Min. 74 Bruno Marioni (Atlas)

Min. 78 Carlos Ochoa (Chivas)

Min. 83Carlos Ochoa (Chivas)

Final

Fue un partido vertiginoso y arduamente disputado por parte de los dos equipos en contienda, pero al final se impusieron las Chivas de Guadalajara por 3-1 sobre Atlas en una nueva versión del Clásico tapatío, rivalidad que en años recientes se ha inclinado claramente a favor del Rebaño Sagrado, y este InterLiga 2009 no fue la excepción.

Pese al marcador final, fueron los Zorros los que tomaron la iniciativa y mantuvieron mayor juego colectivo, con mucha movilidad de sus volantes y atacantes, principalmente Lucas Ayala y Bruno Marioni, quien constantemente se retrazó a tres cuartos de cancha para proponer una pared o crear un espacio para Jorge Achucarro o Gonzalo Vargas.

Sin embargo, ese dominio transitorio no los pudo concretar con una anotación, y Chivas fue tomando confianza a través de esa solidez defensiva para ir saliendo de a poco en busca de los predios del guardameta Pedro Hernández.

El elenco rojiblanco generó fútbol en su media cancha y con toques cortos y rápidos entre sus volantes comenzó a fabricar pelotazos a los costados hacia Marco Fabián y el venado Alberto Medina, que empezaron a complicar a la defensa atlista.

Entonces ocurrió lo inesperado para los hombres comandados por Darío Franco. En el minuto 21 de la primera mitad, el defensa Néstor Vidrio cortó un centro con la mano dentro del área y no le dejó más remedio al árbitro central que sancionar la pena máxima.

El cobro fue tomado por el capitán Ramos Morales, que remató fuerte y a todo el ángulo superior derecho del marco defendido por Hernández, inatacable para cualquier arquero, 1-0 a favor de Chivas.

Pese al golpe, Atlas no se desesperó y continuó realizando el mismo trabajo de conjunto: buen toque, movilidad en sus hombres de creación y atacantes y uno que otro disparo de media distancia. No obstante, no fue suficiente para vencer la resistencia de Michel, de poco trabajo en la primera fracción.

De esta manera se fueron los 45 minutos iniciales, con un Chivas ganador con poco en ataque pero con mucha solidez defensiva, y todo lo contrario en su antagonista de turno, que tuvo más tiempo el balón pero fue intrascendente a la hora de concretar.

En el segundo tiempo, Atlas fue decididamente al ataque a vencer o morir, aunque al igual que en la primera parte, la jugada de mayor riesgo a gol la propició un hombre vestido de rojiblanco. En una gran jugada personal, Fabián apiló rivales y remató fuerte y arriba de larga distancia, obligando al meta Hernández a enviar el balón a tiro de esquina.

El partido continuaba y la Academia arriesgaba cada vez mas, a tal punto de proyectar su zona defensiva a la mitad de la cancha para tratar de encerrar al Rebaño en su reducto. Claro está que esa maniobra tenía serios riesgos y era el quedar expuesto al contragolpe de Ochoa y Medina, que podían liquidar en cualquier momento.

Y esto estuvo a milímetros de ocurrir en el minuto 63 cuando Morales se inventó una maniobra individual, pasando entre medio los defensas del Atlas y sirviendo un pase de gol para Carlos Ochoa, que corrió, miró, fusiló y falló ante la salida de Hernández.

Dos minutos más tarde, Ochoa tuvo una nueva expedición hacia campo atlista y aunque dejó en velocidad a sus oponentes se cayó solito entrando al área.

Llegó el minuto 75 del partido y con él una nueva sorpresa. Chivas se encontraba más cerca del segundo gol, pero entre Marioni y Vargas se inventaron una pared, la cual culminó con un remate del charrúa que soltó el portero Michel, rebote que el Barullo empujó al fondo de las mallas para el 1-1 parcial.

Durante el último cuarto de hora pasó de todo, quizás porque los jugadores no dieron más físicamente o porque los dos conjuntos se olvidaron de los libretos y decidieron jugarse la personal.

En el 77', el volante argentino Darío Botinelli probó suerte de media distancia y estrelló su remate en el horizontal, en lo que pudo ser el segundo tanto del Atlas.

Pero el caprichoso fútbol tenía otro destino y héroe para el final del Clásico tapatío, y ese era el delantero Carlos Ochoa, que pitado y todo por la hinchada atlista por su caída poco antes, mostró su casta y olfato goleador y con dos vertiginosos contragolpes que le dieron la estocada final al rival.

En el minuto 79, apareció por el centro acompañando la proyección de Sergio Ávila y definió con comodidad para colocar 2-1 en el luminoso del Pizza Hut Park.

Cinco minutos después, recuperó un balón a la salida de la defensa rojinegra y tomó en contra pie a todos, lanzándose en busca del marco de Hernández, a quien liquidó sin compasión con un disparo rasante que puso el 3-1 lapidario.

"Sin duda una noche inolvidable para mí. Marcar 2 goles en un Clásico tapatío, ganar el juego y quedar muy cerca de la siguiente ronda sin duda es algo muy importante y fue lo que vinimos a buscar. Afortunadamente todo nos salió bien", comentaría Ocha después del encuentro.

Pese a jugarse 10 minutos más, por los tres adicionados por el juez principal, ya todo estaba consumado: Atlas hizo el gasto, Chivas jugó con sabiduría y solidez defensiva para amarrar los tres puntos que valen oro y lo iguala con el América en la cima del Grupo B, faltando un encuentro para el final de la primera etapa de InterLiga.

Para Botinelli, el marcador final no reflejó con justicia lo ocurrido sobre el terreno de juego.

"Así es el fútbol. No basta con jugar bien, hay que hacerlo y nosotros no pudimos concretar y ellos si. Por eso perdimos y ahora estamos en una situación muy complicada para avanzar".

"No queda otra que seguir trabajando y pensar en derrotar a América en Los Ángeles y ver qué pasa entre Chivas y Tigres", dijo el argentino.